Entre medio de sus constantes reflexiones nos encontramos con un momento de inspiración. Fuera del mundo de las incertidumbres sentimos que nuestro querido Kohelet levanta sus mirada y exclama:
¡Qué dulce es la luz! Qué deleite para los ojos contemplar el sol.
Kohelet nos enseñó que "no hay nada nuevo bajo el sol" pero no hay nada más bello que contemplar el sol. Continuando con los versículos anteriores, Kohelet parecería sugerirnos que en el riesgo de seguir adelante "lanzado panes al agua y sembrando semillas" debemos atesorar la dulzura de la luz. Esto no evitará los momentos de oscuridad pero nos recordará la dulzura en momentos de amargura. La Mishna nos recuerda que el sol es un gran igualador de la humanidad:
(ז) הַנּוֹדֵר מֵרוֹאֵי הַחַמָּה, אָסוּר אַף בַּסּוּמִין, שֶׁלֹּא נִתְכַּוֵּן זֶה אֶלָּא לְמִי שֶׁהַחַמָּה רוֹאָה אוֹתוֹ:
(7) Aquel que hace un voto de no beneficiarse de los que ven el sol está prohibido de beneficiarse incluso de los ciegos, aunque ellos no vean nada. Esto se debe a que su intención era incluir a todos aquellos que el sol ve, es decir, sobre quienes brilla con su luz.
Introducción
Esta mishná trata sobre una persona que jura que no recibirá beneficio de un tipo de personas a las que llama "aquellos que ven el sol".
Aquel que hace un voto [de no beneficiarse] de "aquellos que ven el sol" tiene prohibido beneficiarse incluso de los ciegos, porque su intención se refiere a aquellos a quienes el sol ve. "Aquellos que ven el sol" no se refiere únicamente a quienes pueden ver, sino también a quienes viven bajo el sol, es decir, a todos. Por lo tanto, no puede beneficiarse de nadie.
Al describir la luz como "dulce", algunos comentaristas nos inspiran a ver la vida de manera sinestésica, integrando múltiples sentidos para apreciar plenamente el mundo. En este contexto, la sinestesia puede verse como un recordatorio de que nuestra experiencia del mundo es más rica y completa cuando permitimos que los sentidos, las emociones y la espiritualidad interactúen libremente.
Rashi como gran educador entiende esto de una manera muy particular:
(1) Y la luz es dulce. La luz de la Torá es dulce. Y es buena [placentera] para los ojos (2) contemplar el sol. Afortunados son los estudiantes cuyos ojos ven una opinión legal blanqueada y aclarada a fondo. Así se expone en Aggadas Tehillim.
Rashi, basado en Aggadas Tehillim, interpreta "la luz es dulce" como una metáfora de la Torá, cuya claridad y profundidad son placenteras y transformadoras. La "luz del sol" simboliza el esclarecimiento intelectual en el estudio de la Torá, y "blanquear una opinión legal" representa el proceso de refinar y clarificar conceptos halájicos.
En resumen:
- La Torá como luz: Su estudio trae dulzura y gozo al iluminar el alma y la mente.
- Esclarecimiento como ideal: El verdadero placer está en comprender profundamente, no en un aprendizaje superficial.
- Bendición del estudiante: Afortunados son quienes logran clarificar ideas complejas, participando en el proceso divino de revelar la verdad.
Rashi subraya que la luz de la Torá transforma al estudiante y le acerca a Dios a través del esfuerzo intelectual.
La descripción de la luz nos lleva al primer acto creativo de Dios: ¡la luz!
(3) Dios dijo: "Haya luz"; y hubo luz.
(4) Dios vio que la luz era buena, y Dios separó la luz de la oscuridad.
(5) Dios llamó a la luz Día, y a la oscuridad Noche. Y fue la tarde y fue la mañana, un primer día.
Dios no solamente crea la luz sino que la evalúa. Es lo primero que recibe la evaluación divina de ser "tov". Esta luz primera es una luz muy especial. Se la conoce como "or haganuz". Veamos muy por encima esta luz:
ויאמר אלהים יהי אור ויהי אור (בראשית א, ג). אמר רבי יוסי ההוא אור אתגניז ואיהו
אזדמן לגבי צדיקיא לעלמא דאתי כמא דאוקמוה דכתיב אור זרוע לצדיק (תהלים צז, יא)... וההוא אור לא שמש בעלמא בר יומא קדמאה ולבתר אתגניז ולא שמש יתיר.
רבי יהודה אמר אלמלא אתגניז מכל וכל לא קאים עלמא אפילו רגעא חדא, אלא אתגניז ואזדרע כהאי זרעא דעביד תולדין ואיבין ומניה אתקיים עלמא, ולית לך יומא דלא נפיק מניה בעלמא וקיים כלא ועליה זן קב"ה עלמא. ובכל אתר דלעאן תמן באורייתא בלילא חד חוטא נפיק מההוא אור גניז ואתמשיך על אינון דלעאן בה הדא הוא דכתיב יומם יצוה יי' חסדו ובלילה שירה עמי (תהלים מב,ט).... ומההוא יומא קדמאה לא אתגלי אבל שמושא קא משמש בעלמא ואיהו מחדש בכל יומא עובדא דבראשית.
Dios dijo: “¡Hágase la luz!” Y se hizo la luz (Génesis 1:3). Rabí Yose dijo: “Esa luz fue escondida y está reservada para los justos en el mundo venidero, como ha sido establecido, porque está escrito: La luz se siembra para los justos (Salmos 97:11)... Esa luz nunca funcionó en el mundo excepto el primer día; después se escondió y no se volvió a presentar”.
El rabino Yehudah dijo: “¡Si estuviera completamente oculta, el mundo no existiría ni por un momento! Más bien, fue escondida y sembrada como una semilla que genera descendencia y fruto, y por la cual se sustenta el mundo. No hay un día sin que algo emerja de ella al mundo y lo sustente todo, y por esto el KBH alimenta al mundo. Y dondequiera que se estudie la Torá de noche, un rayo sale de esa luz oculta y es atraído sobre los que están absortos en ella, como está escrito: De día YHVH ordena Su amor, y de noche Su canción está conmigo (Salmos 42:9)..... Desde el primer día, no se ha revelado; ¡pero ciertamente actúa en el mundo, renovando cada día el acto de la Creación!”
La luz oculta, Martin Buber, Shoken Publishing, página 5
¿Adónde se fue la primera luz?
Rabí Elazar dijo:
La luz creada por Dios el primer día - una persona la observa desde el fin del mundo hasta su fin. Pero Dios miró la generación del diluvio y la generación del viaje y vio que las obras de ellos se corrompieron, se puso de pie y la quitó de ellos. ¿Y para quién estaba destinada la luz? A los justos (tzadikim) en el futuro por venir.
Los jasidim preguntaron: ¿Dónde está escondida?
Respuesta: en la Torá.
Ellos preguntaron: Si es así, ¿los justos no encontrarán algo de la luz oculta cuando estudien la Torá?
Ellos respondieron: Encontrarán y encontrarán.
Preguntaron: Si es así, ¿qué harán los justos cuando encuentren algo de la luz escondida en la Torá?
Ellos respondieron: Lo descubrirán en su forma de vida.
Sefat Emet, Janucá 29:3
R 'Elazar of Worms dice en su obra 'el Rokeaj' que las treinta y seis velas que encendemos en Hannukah son paralelas a las treinta y seis horas durante las cuales brilló la luz original de los seis días de la creación, antes de que se ocultara. Si esto es así, entonces parece que cada vela de Hannukah extrae del or haganuz, la luz oculta de la creación, y da luz en la gran oscuridad, como insinuaron nuestros Sabios con su descripción del or haganuz como una luz que brillaba desde un extremo del mundo al otro (Chagigah 12a). No hay ocultamiento ni oscuridad ante esta luz. Llamamos al mundo que oscurece y oculta esta luz 'lo natural', pero la luz original de la creación brilló a través de todas estas capas de ocultación y fue escondida para los justos; sobre esto está escrito “Una luz resplandece en las tinieblas para los rectos…” (Salmos 112:4) También está escrito “El pueblo que andaba en tinieblas vio una luz brillante…” (Isaías 9:1) La generación que vivían en los días de los malvados griegos caminaban en la oscuridad, como enseñaron los Sabios “la oscuridad se refiere a Grecia que oscureció los ojos de Israel…” (Bereshit Raba 2:4), sin embargo servían a Dios con un espíritu de sacrificio incluso en en medio de esta oscuridad. Por eso merecieron que la luz escondida brillara para ellos, y parte de su iluminación permanece, irradiando de año en año aún en estos tiempos humildes. Todo siervo de Dios debe regocijarse en estos días en que un toque de la luz oculta ilumina el servicio Divino. La intención principal de los malvados era hacernos olvidar las leyes de Dios y la Torá, y las luces de Hannukah nos recuerdan
Así como después de la luz de la creación sigue a la oscuridad y la noche, Kohelet también introduce la oscuridad a continuación:
(8) Aunque un hombre viva muchos años, que disfrute de todos ellos, recordando cuántos serán los días de oscuridad. ¡El único futuro es la nada!
La luz no dura todo el día y por eso la luz misma le recuerda la noche que viene y la oscuridad inevitable de una gran cantidad de tierra que cubre el ataúd. Así como el sol es para todos, la oscuridad será permanente para todos también. Como lectores estamos (creo) acostumbrados a Kohelet y sus cambios de humor entre un versículo y el otro. Con todo su estilo honesto y humano, Kohelet reflexiona en la luz de la vida y la oscuridad de la muerte en un mismo suspiro. Cada uno le recuerda la verdad del otro. Kohelet nunca resuelve del todo esta tensión porque sus sabiduría profunda es recordarnos que no hay nada que resolver aquí sino aceptar.
Rashi de todas maneras nos sugiere apreciar la oscuridad porque nos da disciplina para la vida:
(א) בְּכֻלָּם יִשְׂמָח. יִהְיֶה שָׂמֵחַ בְּחֶלְקוֹ, וּבִלְבַד שֶׁיִּזְכֹּר יְמֵי הַחשֶׁךְ וְיֵיטִיב מַעֲשָׂיו שֶׁיִּנָּצֵל מֵהֶם, וְהֵם יְמֵי מִיתַת עוֹלָם, הֵם יְמֵי הָרְשָׁעִים:
(1) Que se regocije en todos ellos. Que sea feliz con su parte, siempre y cuando recuerde los días de oscuridad y mejore sus acciones para ser salvado de ellos; y estos son los días de la muerte eterna, los días de los malvados.
Metzudat David da un giro interesante e incluso utilizario para esa oscuridad que Kohelet considera vanidad. Para Metzudat David la oscuridad es un gran catalizador:
(א) כי אם וגו׳. כי אפילו אם יחיה האדם שנים הרבה ישמח בכל הימים, ואף יום אחד לא יקוץ בחיים עם רבוים: (ב) ויזכור. אבל בחייו יזכור את ימי החושך אשר שכב בקבר אשר יהיו מרובים יותר מימי החיים, ועל ידי זה יראה להכשיר מעשיו: (ג) כל שבא הבל. כל היסורים הבא שמה הבל המה מבלי תועלת, כי בעוד האדם חי בא תועלת מן היסורים, כי על ידי זה מפשפש במעשיו, אבל אחר המיתה אין מקום לפשפוש מעשים, ולכן יזכור בהם למען יכשיר מעשיו עודו חי:
(1) "Porque si…": Incluso si una persona vive muchos años, debe alegrarse todos los días y no despreciar ni siquiera un solo día de su vida, aun cuando sean muchos.
(2) "Y recordará…": Durante su vida, debe recordar los días de oscuridad, es decir, el tiempo en el que yacerá en la tumba, que serán más numerosos que los días de vida. Este recuerdo debe motivarlo a corregir sus acciones.
(3) "Todo lo que viene es vanidad…": Todo el sufrimiento que llega después de la muerte es vanidad, sin utilidad. Mientras la persona está viva, el sufrimiento trae un beneficio, porque lo lleva a examinar sus acciones. Sin embargo, después de la muerte no hay oportunidad para reflexionar sobre los actos. Por eso, debe recordarlos ahora y mejorar sus acciones mientras está vivo.
El poder del ahora
Para EB Kohelet utiliza la oscuridad para ofrecer el estar presentes: aférrate a la luz puesto que el ahora es el único momento en el que puedes ejercer tu dominio. Citando a Eckhart Tolle, "el tiempo no es preciado porque el tiempo mismo es una ilusión. Lo que percibes como preciado no es el tiempo sino aquello que está fuera del tiempo: el Ahora. Eso si es preciado. Cuanto más te enfocas en lo que llamas tiempo -el pasado y el futuro- más te pierdes el Ahora, lo más preciado que existe". Tolle agrega: "Inquietud, ansiedad, tensiones, estrés, preocupación –todas formas de miedo– son causadas por un exceso de futuro y una falta de presencia. La culpa, el arrepentimiento, el resentimiento, los agravios, la tristeza, la amargura y todas las formas de falta de perdón son causadas por un exceso de pasado y una falta de presencia."
A pesar de las advertencias de no mirar fijamente al sol, Midrash Lekaj Tov sobre Eclesiastés 11:7 afirma que es bueno mirar al sol, estudiarlo y examinar sus ciclos; esta gran luz sale y se pone, y, en el caso de un eclipse, su resplandor es temporal cubierto. Esta es una alegoría de la condición humana. A veces nos encontramos muy contentos. En otras ocasiones, experimentamos una intensa angustia. A veces sabemos que la luz está allí, pero no podemos verla. Llevamos a Dios todo lo que llevamos, lo bueno, lo malo y lo indiferente. En este midrash, no es la experiencia del sol, su calor y su luz, lo que nos afecta. Es observar el sol y verlo como la gran metáfora de la vida humana lo que Kohelet intenta transmitir.
El midrash nos insta a esperar la intensidad del sol que aparecerá nuevamente mañana; durante la mayor parte del año en el clima del Cercano Oriente de Kohelet, esto era una certeza incluso en tiempos de incertidumbre. El estallido de sol en el capítulo 11 nos lleva de regreso al primer capítulo de Kohelet - "El sol sale, y el sol se pone y se desliza de regreso a donde sale" (1:5) - y su estallido de dulzura nos da la fuerza para seguir adelante.