(8) Quien cava una fosa caerá en ella; quien rompe una cerca de piedra será mordido por una serpiente.
Kohelet nos recuerda una lección simple que de todas maneras olvidamos: muchas veces cavamos nuestras propias fosas. La frase que más resuena para mí en términos de lo que Kohelet quizás nos está enseñando es la que dice "La amargura (o el resentimiento, envidia, venganza, celos) es como beber veneno y esperar que la otra persona muera."
Pero de todas maneras no sólo nos afecta a nosotros sino a los otros también. Por eso la Torá nos recuerda en las leyes que continúan a la revelación de la Torá en el Sinaí:
(33) Cuando alguien abre una fosa, o cuando alguien cava una fosa y no la cubre, y un buey o un asno cae en ella, (34) el responsable de la fosa deberá hacer restitución, pagando el precio al dueño, pero quedándose con el animal muerto.
Cuando actuamos mal (a veces incluso por omisión como decimos en Kipur) no solamente somos responsables de recompensar por el daño causado sino que además nos tenemos que hacer cargo de la carga que queda (literalmente un animal muerto).
El Talmud va a expandir esta idea incluso haciéndonos conscientes que lo que hacemos en nuestra intimidad (nuestra propiedad privada) también afecta a la sociedad y no es tan solo "nuestro problema".
MISHNÁ: Aquel que cava parte de un pozo en una propiedad privada y abre su entrada en el dominio público, o cava un pozo en el dominio público y abre su entrada en una propiedad privada, o cava un pozo en su propiedad privada y abre su entrada en la propiedad privada de otra persona, es responsable por el daño causado por el pozo en cada uno de estos casos.
En los siguientes versículos Kohelet expande esta misma idea:
(8) Quien cava una fosa caerá en ella; quien rompe una cerca de piedra será mordido por una serpiente. (9) Quien extrae piedras sufrirá daños por ellas; quien parte leña se lastimará con ella. (10) Si el hacha se ha embotado y no ha afilado el filo, deberá esforzarse más. Así, la ventaja de una habilidad depende del ejercicio de la prudencia. (11) Si la serpiente muerde porque no se pronunció el encantamiento, el encantador experimentado no obtiene ningún beneficio.
Kohelet parecería estar advirtiéndonos: "se precavido o prudente". Todas estas ideas son tan evidentes que no es necesario esforzarse en encontrarles algún sentido profundo. Encontramos consejos de sabiduría similar en otros pasajes de la Biblia:
(16) Ha cavado un pozo y lo ha profundizado,
y caerá en la trampa que él mismo hizo.
(7) Prepararon una red para mis pies, para atraparme; cavaron un pozo para mí, pero ellos cayeron en él. Selah.
(27) El que cava un pozo caerá en él,
y quien rueda una piedra, ésta rodará de regreso sobre él.
La Tora posee una de las historias más trágicas con respecto al resultado de cavar una fosa para otro y terminar uno mismo cavándose la propia fosa:
(20) "Vengan, ahora matémoslo y arrojémoslo a uno de los pozos; y diremos: ‘Una bestia salvaje lo devoró.’ Veremos qué será de sus sueños."
(24) "Lo tomaron y lo arrojaron en el pozo. El pozo estaba vacío; no había agua en él."
(15) Cuando los hermanos de José vieron que su padre había muerto, dijeron: “¿Qué tal si José aún guarda rencor contra nosotros y nos paga por todo el mal que le hicimos?” (16) Entonces enviaron este mensaje a José: “Antes de morir, tu padre dejó esta instrucción: (17) Así dirás a José: ‘Perdona, te rogamos, la ofensa y la culpa de tus hermanos que te trataron tan duramente.’ Por tanto, por favor, perdona la ofensa de los siervos del Dios de tu padre.” Y José lloró al escuchar sus palabras. (18) Sus hermanos mismos fueron a él, se inclinaron ante él, y dijeron: “Estamos dispuestos a ser tus esclavos.” (19) Pero José les dijo: “¡No teman! ¿Acaso estoy en lugar de Dios? (20) Además, aunque ustedes intentaron hacerme mal, Dios lo intentó para bien, para lograr el resultado actual: la supervivencia de mucha gente. (21) Así que, no teman. Yo sustentaré a ustedes y a sus familias.” Así los tranquilizó, hablándoles con bondad.
Kohelet explica que los deseos que tenemos ocultos pueden en realidad ser "visibles" para los demás. Como un pozo que no vemos hasta estar próximos o, peor aún, caer en él. La tradición rabínica utiliza el versículo mismo de Kohelet en un contexto totalmente diferente para convenir una idea totalmente distinta que de todas maneras surge al acercanos a la proximidad de una fosa:
También solía decir: Alguien que mira a su esposa y desea que muera para poder heredar de ella, o que muera para casarse con su hermana, o alguien que mira a su hermano y desea que muera para poder casarse con su esposa, al final será él quien será enterrado durante sus vidas. Sobre una persona así, la Escritura dice (Eclesiastés 10:8): “El que cava un pozo caerá en él; el que rompe una cerca será mordido por una serpiente.”
Los sabios nos advierten que este tipo de pensamiento genera tal desequilibrio emocional para la relación que aunque tenga las mejores intenciones no va a poder ocultarlo. La enemistad crecerá resultando en discordia y malestar.
La cerca
El concepto de "la cerca" se transformó en una de las ideas más poderosas en el judaísmo. Romper la cerca es entendido como un acto desafiante:
(ג) וּפֹרֵץ גָּדֵר. סְיָג שֶׁל חֲכָמִים, לַעֲבֹר עַל דִּבְרֵיהֶם: (ד) יִשְּׁכֶנּוּ נָחָשׁ. מִיתָה בִידֵי שָׁמָיִם, וּלְפִי שֶׁדִּבֵּר בִּלְשׁוֹן פְּרִיצַת גָּדֵר, הִזְכִּיר בְּתַשְׁלוּמִין לְשׁוֹן נְשִׁיכַת נָחָשׁ, שֶׁהוּא דָר בְּחוֹרֵי נִקְבֵי כָתְלֵי בָתִּים פְּרוּצִים:
(3) "El que rompe una cerca." La cerca [establecida] por los Sabios, para transgredir sus ordenanzas. "Será mordido por una serpiente." Es decir, recibirá la muerte a manos del Cielo. Y debido a que utilizó la expresión de romper una cerca, se menciona su retribución con la expresión de la mordedura de una serpiente, que se anida en las grietas y agujeros de las paredes de las casas en ruinas.
Rashi llega a esta conclusión de la Mishna Avot 1:1, la primera enseñanza de jojmá por parte de los Rabinos:
(א) משֶׁה קִבֵּל תּוֹרָה מִסִּינַי, וּמְסָרָהּ לִיהוֹשֻׁעַ, וִיהוֹשֻׁעַ לִזְקֵנִים, וּזְקֵנִים לִנְבִיאִים, וּנְבִיאִים מְסָרוּהָ לְאַנְשֵׁי כְנֶסֶת הַגְּדוֹלָה. הֵם אָמְרוּ שְׁלשָׁה דְבָרִים, הֱווּ מְתוּנִים בַּדִּין, וְהַעֲמִידוּ תַלְמִידִים הַרְבֵּה, וַעֲשׂוּ סְיָג לַתּוֹרָה:
(1) Moshé recibió la Torá en el Sinaí y la transmitió a Yehoshúa, Yehoshúa a los ancianos, los ancianos a los profetas, y los profetas a los Hombres de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: Sé paciente en [la administración de] justicia, forma muchos discípulos y haz una cerca alrededor de la Torá.
Hacer una cerca alrededor de la Torá es otro principio de suprema importancia en el judaísmo. Hay muchas leyes que no son estrictamente obligatorias según la Torá, sino que fueron instituidas por los rabinos para evitar que un judío transgreda una ley de la Torá. Un ejemplo es el uso de dinero en Shabat. La Torá en sí misma no prohíbe el uso de dinero en Shabat. Sin embargo, los rabinos dijeron que uno no debería hacerlo, no sea que se lleve a escribir, lo cual está prohibido por la Torá (al menos según la interpretación midráshica de la Torá).
Mantener la ley es también asegurarse que uno puede mantener su observancia de forma apropiada a pesar de las situaciones cuando debemos hacer algo que compromete a la ley misma. Esto nunca fue fácil en el judaísmo y lo vemos de la siguiente historia del Talmud:
Rabí Ishmael recitó en su honor: "Afortunado eres, ben Dama, pues tu cuerpo es puro y tu alma partió en pureza, y no transgrediste la declaración de tus colegas, quienes citarían el versículo: 'Y quien rompe una cerca, la serpiente lo morderá' (Eclesiastés 10:8), es decir, uno es castigado por ignorar una ordenanza de los Sabios." Este incidente indica que no está permitido aceptar tratamiento médico de un hereje, incluso si está claro que sin él solo vivirá un corto tiempo.
Este relato celebra una persona que decide mantenerse fiel a morir con su integridad que recurrir a una curación de veneno provista por un hereje. Es un relato simbólico de hacer lo que sea posible para mantenerse dentro de la tradición en lugar de salir a buscar soluciones que pueden "curar" pero "envenenar" otras áreas de la vida de uno.
Por esta razón estos versículos que hemos estudiando recomiendan justamente la prudencia una vez más, recordándonos que es mejor no depender de la cura:
(11) Si la serpiente muerde porque no se pronunció el encantamiento, el encantador experimentado no obtiene ningún beneficio.
Erica Brown:
No es suficiente tener una habilidad o un talento; el buen momento también es clave. De muchas habilidades posibles que Kohelet podría haber utilizado para ilustrar el punto, la elección del encantador de serpientes es interesante, ya que genera continuidad con la serpiente que aparece en 10:8. Aquí, las mordeduras de serpiente se presentan como un riesgo ocupacional para una persona que construye muros. Procede con cautela, sugiere el versículo. Sin embargo, esta segunda mención en 10:11 supone que la serpiente puede ser encantada y controlada con suficiente habilidad. Ya sea que el lector crea o no en la autenticidad del encantamiento de serpientes, el verdadero punto de Kohelet es que el talento es tan bueno como su uso. Parte del talento es saber cuándo ejecutarlo. No ser capaz de utilizar un conjunto de habilidades debido a un mal timing es otro ejemplo de hevel, futilidad.
No hay una salida fácil de un pozo, especialmente cuando el desventurado individuo ha cavado el suyo propio; es poco probable que pueda salir sin la ayuda de otros. El Talmud afirma que un prisionero no puede salir de su propia prisión; el rabino Jonathan Sacks a menudo citaba esta declaración en relación con la adicción y la depresión. Aunque la persona que sufre debe reconocer su propia condición y el deseo de cambiar para comenzar el difícil trabajo de la recuperación, será casi imposible sanar sin el apoyo y la ayuda de los demás:
un prisionero generalmente no puede liberarse a sí mismo de la prisión, sino que depende de otros para que lo liberen de sus ataduras.
Rab Jonathan Sacks Z.L: "La autoayuda es cuando realmente necesitas ayuda, es cuando te estás ahogando y levantas tu mano y haces señas y alguien te toma la mano y te levanta hasta un lugar seguro. O para usar la otra metáfora utilizada por nuestro Talmud, "Un prisionero no puede salir de la prisión por sí mismo". No puedes curar tu propia depresión. Alguien más debe liberarte de esa prisión."
El Rab Sacks disfrutaba leer libros de autoayuda pero descreía de la misma. Por eso siempre hablaba de cambiar auto-ayuda por ayuda-al otro. Recordaba una experiencia en Italia donde bañándose casi se ahoga y la única manera de salvarse fue porque alguien lo ayudo. Esa era su filosofía de vida judía. Como dice el cuento jasídico: cuando la persona ha caído en un pozo es necesario ensuciarse para sacarlo de alli (Nietzsche creía lo contrario, cuando una persona cae no debemos caer nosotros para no traer más sufrimiento al mundo).
Erica Brown: Un amigo terapeuta mío encuentra la metáfora del pozo particularmente apropiada: "A menudo le digo a alguien que no tiene esperanzas con respecto a su depresión que la depresión es como un pozo profundo. Puede estar tan hundido que cuando mira hacia la abertura, solo ve un puntito de luz. Pero como alguien que está fuera de ese pozo, creo en una posibilidad de curación que tal vez aún no sea capaz de imaginar". Puedes caer en un pozo que cavaste pero no puedes salir de él físicamente; cavar solo hace que el pozo sea más grande. Tienes que trepar o que alguien te saque de él. Alguien tiene que colocar una escalera o darte una mano y sacarte a la luz exterior. Job, hablando de su propio sufrimiento, comenta sobre Dios: "Lo redimió de pasar al pozo; disfrutará de la luz" (Job 33:28).