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Kohelet Capítulo 9: Palabras dichas con suavidad
(יא) שַׁ֜בְתִּי וְרָאֹ֣ה תַֽחַת־הַשֶּׁ֗מֶשׁ כִּ֣י לֹא֩ לַקַּלִּ֨ים הַמֵּר֜וֹץ וְלֹ֧א לַגִּבּוֹרִ֣ים הַמִּלְחָמָ֗ה וְ֠גַ֠ם לֹ֣א לַחֲכָמִ֥ים לֶ֙חֶם֙ וְגַ֨ם לֹ֤א לַנְּבֹנִים֙ עֹ֔שֶׁר וְגַ֛ם לֹ֥א לַיֹּדְעִ֖ים חֵ֑ן כִּי־עֵ֥ת וָפֶ֖גַע יִקְרֶ֥ה אֶת־כֻּלָּֽם׃
"He observado además bajo el sol que la carrera no la ganan los veloces, ni la batalla los valientes; ni el pan lo consiguen los sabios, ni la riqueza los inteligentes, ni el favor los instruidos. Porque el tiempo del infortunio llega para todos"
Kohelet no está diciendo que el corredor más rápido no ganará la carrera ni que el más fuerte ganará la guerra. Sino que todos los triunfos son efímeros e ilusorios, porque la muerte elimina todo.
(יב) כִּ֡י גַּם֩ לֹֽא־יֵדַ֨ע הָאָדָ֜ם אֶת־עִתּ֗וֹ כַּדָּגִים֙ שֶׁנֶּֽאֱחָזִים֙ בִּמְצוֹדָ֣ה רָעָ֔ה וְכַ֨צִּפֳּרִ֔ים הָאֲחֻז֖וֹת בַּפָּ֑ח כָּהֵ֗ם יֽוּקָשִׁים֙ בְּנֵ֣י הָֽאָדָ֔ם לְעֵ֣ת רָעָ֔ה כְּשֶׁתִּפּ֥וֹל עֲלֵיהֶ֖ם פִּתְאֹֽם׃
"(12) Y el hombre ni siquiera puede conocer su tiempo. Como los peces atrapados en una red mortal, y como las aves atrapadas en una trampa, así son los hombres atrapados en el momento de la calamidad cuando les llega sin previo aviso."
ואמר ריש לקיש מאי דכתיב (קהלת ט, יב) כי [גם] לא ידע האדם את עתו כדגים שנאחזים במצודה רעה מאי מצודה רעה אמר ר"ל חכה:
Y Reish Lakish dice: ¿Qué significa lo que está escrito: “Porque el hombre tampoco conoce su tiempo, como peces atrapados en una red mortal” (Eclesiastés 9:12)? ¿Cuál es la naturaleza de esta red mortal? Reish Lakish dice: Es un anzuelo; aunque es pequeño y el pez es mucho más grande, el pez no puede escapar de él.
(יג) גַּם־זֹ֛ה רָאִ֥יתִי חׇכְמָ֖ה תַּ֣חַת הַשָּׁ֑מֶשׁ וּגְדוֹלָ֥ה הִ֖יא אֵלָֽי׃ (יד) עִ֣יר קְטַנָּ֔ה וַאֲנָשִׁ֥ים בָּ֖הּ מְעָ֑ט וּבָֽא־אֵלֶ֜יהָ מֶ֤לֶךְ גָּדוֹל֙ וְסָבַ֣ב אֹתָ֔הּ וּבָנָ֥ה עָלֶ֖יהָ מְצוֹדִ֥ים גְּדֹלִֽים׃ (טו) וּמָ֣צָא בָ֗הּ אִ֤ישׁ מִסְכֵּן֙ חָכָ֔ם וּמִלַּט־ה֥וּא אֶת־הָעִ֖יר בְּחׇכְמָת֑וֹ וְאָדָם֙ לֹ֣א זָכַ֔ר אֶת־הָאִ֥ישׁ הַמִּסְכֵּ֖ן הַהֽוּא׃ (טז) וְאָמַ֣רְתִּי אָ֔נִי טוֹבָ֥ה חׇכְמָ֖ה מִגְּבוּרָ֑ה וְחׇכְמַ֤ת הַמִּסְכֵּן֙ בְּזוּיָ֔ה וּדְבָרָ֖יו אֵינָ֥ם נִשְׁמָעִֽים׃
"(13) También observé esto bajo el sol acerca de la sabiduría, y me impactó profundamente. (14) Había una pequeña ciudad, con pocos hombres en ella; y vino un gran rey, quien la rodeó y construyó poderosas obras de asedio contra ella. (15) En la ciudad había un hombre pobre y sabio que podría haberla salvado con su sabiduría, pero nadie se acordó de ese hombre pobre. (16) Entonces observé: La sabiduría es mejor que el valor; pero la sabiduría de un hombre pobre es despreciada, y sus palabras no son escuchadas."
Kohelet parecería sugerir que prestamos más atención a lo que tiene que decir una persona rica que una persona pobre. ¿Acaso el tener riqueza es sinónimo de sabiduría? ¿Conocemos gente rica que es ignorante o mediocre? ¿Escuchan ustedes con más atención a un rico que a un pobre?
(יז) דִּבְרֵ֣י חֲכָמִ֔ים בְּנַ֖חַת נִשְׁמָעִ֑ים מִזַּעֲקַ֥ת מוֹשֵׁ֖ל בַּכְּסִילִֽים׃ (יח) טוֹבָ֥ה חׇכְמָ֖ה מִכְּלֵ֣י קְרָ֑ב וְחוֹטֶ֣א אֶחָ֔ד יְאַבֵּ֖ד טוֹבָ֥ה הַרְבֵּֽה׃
"(17) Las palabras dichas suavemente por los sabios son escuchadas antes que los gritos de un señor en medio de la insensatez. (18) La sabiduría es más valiosa que las armas de guerra, pero un solo error destruye mucho de valor."
Para Kohelet la sabiduría no precisa gritar. Es efectiva y eficiente en sí misma. La verdad dicha con calma es más poderosa.
A pesar de su crítica a la debilidad que tiene la sabiduría, Kohelet concluye que la misma es más valiosa que el poder, la riqueza o al menos igual a ellas.
Si quieres llamar la atención, en lugar de gritar susurra tus ideas. Si quieres que te ignoren entonces grita. Según la psicóloga Vanessa Bohns, en su ensayo "¿Por qué gritamos cuando discutimos?", el gritar representa una falta de confianza en uno mismo. A veces creemos que gritar se asocia con autoestima, seguridad, orgullo, imposición o incluso asertividad. Pero Bohns explica que representa exactamente lo contrario: cuando gritamos tenemos miedo que no nos estén escuchando y esperamos que al amplificar nuestra voz nos respetarán por el volumen, no necesariamente por el contenido.
Seth Godin es un especialista en marketing digital y analiza que las redes sociales son hoy una especie de "plataforma de gritos" donde cualquiera grita lo que piensa (debido a la masividad) y no necesariamente se depura la profunidad del contenido sino la popularidad del mismo.
El grito más famoso del arte
Obra de Edvard Much, "El grito" es de 1893. Existen incontables interpretaciones de esta obra y lo que representa. El propio Munch nos cuenta de donde surgió la idea en su diario de 1892: "Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza."
Todos podemos sentirnos identificados con su mensaje que reverbera incluso desde las enseñanzas de Kohelet: el humano (¿antiguo? ¿medieval? ¿moderno? ¿de siempre?) en un momento de profunda angustia y desesperación existencial. Es un mensaje universal, que trasciende de sexos, razas y nacionalidades. Por ello “El grito” es considerado uno de los cuadros más importantes de la historia del arte.
En el contexto de lo que Kohelet está analizando en el final de este capítulo, para Erica es notable que el andrógino retratado (no queda claro si es hombre o mujer) esta "gritando en un vacío" y sus dos amigos (o personajes detrás) siguen caminando ignorando el alarido del que está gritando.
En la pintura, el grito se termina comiendo la cara del gritón. Este es el mensaje de Kohelet a medida que concluye el capítulo 9.
(א) בְּנַחַת נִשְׁמָעִים. מְקֻבָּלִים הֵם לַבְּרִיּוֹת: (ב) מִזַּעֲקַת מוֹשֵׁל בַּכְּסִילִים. משֶׁה נִפְטַר זֶה כַּמָּה שָׁנִים, וַעֲדַיִּין גְזֵרוֹתָיו מְקֻבָּלִים עַל יִשְׂרָאֵל, וְכַמָּה מַלְכֵי אֻמּוֹת גּוֹזְרִין גְזֵרוֹת עַל יִשְׂרָאֵל, וְאֵין דִּבְרֵיהֶם מִתְקַיְּמִין:
(1) Son recibidos con agrado. Son aceptados por la humanidad.
(2) Más que los gritos de un gobernante de necios. Moshe falleció hace muchos años, y sin embargo, sus decretos aún son aceptados por Israel. ¿Y cuántos reyes de las naciones emiten decretos sobre Israel, pero sus palabras no perduran?
Para Rashi el volumen no importa sino que el objetivo final es "cómo son recibidas" nuestras palabras. Qué impacto tienen en los demás. Una de las realizaciones más grande que yo he experimentando es tal vez obvia pero me dice mucho de mí y mucho más aún del otro: hay personas que me ponen a la defensiva, hacen que me sienta con necesidad de elevar mi voz y atacar mientras que hay otras personas que no me producen eso. Ahí es cuando me pregunto: ¿soy yo o es el otro? ¿Acaso no soy un reflejo del otro? Un ataque verbal pone siempre al que recibe el mensaje en un estado de disconformidad. Las palabras dichas con suavidad generan el efecto contrario.
Por eso tenemos autores como Marshall Rosenberg (créditos a mi mamá que me lo presentó como autor en mi vida) que fue un psicólogo clínico estadounidense y un influyente creador de la Comunicación No Violenta (CNV), un modelo comunicacional enfocado en la empatía y la resolución de conflictos de manera pacífica.
El proceso de CNV se estructura en cuatro componentes:
  1. Observación: Describir objetivamente lo que está ocurriendo, sin juicios ni evaluaciones.
  2. Sentimientos: Expresar de forma honesta cómo te sientes en relación con lo que observaste.
  3. Necesidades: Identificar y expresar las necesidades que están vinculadas a esos sentimientos.
  4. Peticiones: Hacer peticiones claras y factibles para satisfacer tus necesidades sin demandar ni exigir.
En el mundo del liderazgo existen modelos como el reporte tipo "sandwich". Si uno quiere que una persona mejore una actitud tiene que hacerlo con tres capas. La primera capa (el primer pan) son palabras de aliento y reconocimiento. La segunda capa (lo que sería el contenido dentro del sandwich) es donde se pide el cambio y es lo que tiende a ser la mayor disconformidad para el oyente. La tercera capa (el otro pan) son nuevamente palabras de aliento y reconocimiento. Esta técnica ayuda a que el mensaje sea escuchado mejor que simplemente ir "al contenido del sandwich".
Finalmente, el segundo comentario de Rashi demuestra que las palabras dichas con suavidad no solo son más efectivas en el aquí y ahora sino que transcienden el paso del tiempo. Escuchar es un proceso continúo con un efecto inmediato y duradero al mismo tiempo.
En su sabiduría como libro sobre jojmá para la vida, Kohelet nos recuerda que gritar es un acto que nos disminuye en nuestro atributo más sagrado que es el poder hablar y sin dudas debemos privilegiar la razón y la ecuanimidad por sobre el tono y la pasión.
El uso de las palabras duras en la educación
A lo largo de la historia, la pedagogía ha variado en sus métodos de enseñanza, desde las palabras duras y disciplinarias hasta las más suaves y comprensivas. ¿Qué tipo de palabra tiene realmente el poder de transformar? Kohelet sugiere que las palabras de los sabios, dichas con calma, pueden tener un impacto más duradero que las demandas impuestas en tonos severos. En las escuelas europeas de música, figuras como Mahler defendían una rigidez y exigencia que, en su época, se consideraban esenciales para lograr la excelencia, mientras que hoy muchas corrientes enfatizan el apoyo emocional. ¿Es la disciplina extrema la clave del éxito o lo es una guía cuidadosa y comprensiva? En la tradición judía del Musar, se pasó de prácticas austeras a un enfoque más indulgente, adaptado a las sensibilidades actuales. Tal vez nos hemos movido hacia un modelo en el que las palabras suaves reflejan la sabiduría de nuestros tiempos, ¿o será que hemos perdido algo de la intensidad formativa del pasado? Yo mismo he tenido maestros que realmente tenían un estilo tremendamente agresivo para producir la reacción en sus estudiantes (a mi nunca me gustó ese método). Mi papá me cuenta que algunos de sus profesores le decían “usted no tiene interés”, una frase que quizás buscaba provocar, pero ¿es este tipo de comentario una invitación al esfuerzo o simplemente una expresión pasivo-agresiva? Al repensar estos enfoques, ¿podemos encontrar el equilibrio entre la demanda y la contención para alcanzar los mejores resultados educativos?
Por supuesto que más allá del tono de voz debemos siempre considerar el contenido de lo que se dice
Maimonides trae un ejemplo que lo uno dice -y no solo lo que el otro escucha- forma el carácter y la sabiduría de la persona. Lo encontramos en uno de los versículos más raros de la Torá:
הזהירנו מלקלל איש איזה שיהיה מישראל. והוא אמרו לא תקלל חרש, והבן ממני ענין זה החרש מהו, וזה כי כשהנפש כשהתנועעה לנקום מהמזיק לפי צורת ההיזק הקיימת בדמיון הנה לא תסור מהיות מתנועעת עד שתגמול למזיק לפי צורת ההיזק הרשומה בדמיון וכאשר שלמה לו גמול תנוח אותה התנועה ונעדרה מהתנועעה מן הדמיון, ופעמים ישלימנו גמול בקללה ובחרופין לבד ותנוח בדעתו בשיעור מה שהגיע למזיק היזק באותן המאמרים והחרוף, ופעמים יהיה הענין יותר קשה ולא תנוח אותה התנועה עד שתאבידהו ממונו אז תנוח בדעתו שיעור מה שהגיע לו מכאב לאבוד ממונו, ופעמים יהיה הענין יותר קשה ולא תנוח עד שתנקום ממנו בגופו ממיני ההכאות וחסרון האיברים, ופעמים יהיה הענין יותר קשה ולא תנוח התנועה עד שתקח נפש המזיק ואת חלקו מן המציאות וזה הוא התכלית, ופעמים תהיה תנועת הנפש קטנה לבקשת עונש המזיק וזה לקטנות עונש עד שתנוח התנועה בצעקות וגזמו עליו וקללו אע"פ שלא ישמע אותו אדם ולא יהיה במעמד ההוא, וזה מפורסם מפועל בעלי החמה וכעס שתנוח דעתם בזה השיעור מהחטאים הקלים ואף על פי שיהיה החוטא בלתי יודע בכעסם ולא ישמע בחרופיהם. ואולי יהיה בדעתנו כי בתכלית מה שנאסר לנו קללת איש מישראל כשיהיה שומע אותו למה שישיגהו מן הצער והכאב אבל קללת החרש אחר שלא ישמע ולא יכאב בו שלא יהיה בזה חטא, הנה הודיענו שהוא אסור והזהיר ממנו, כי התורה לא הקפידה בענין המקולל לבד אבל הקפידה גם כן בענין המקלל לבד כשהזהיר שלא יניע נפשו לנקימה ולא ירגיל לכעוס, וכן בעלי הקבלה הביאו ראיה על איסור קללת כל איש מישראל מאמרו לא תקלל חרש. ולשון ספרא אין לי אלא חרש מנין לרבות כל אדם תלמוד לומר ונשיא בעמך לא תאור אם כן למה נאמר חרש מה חרש מיוחד בחיים יצא המת שאינו בחיים. ובמכילתא לא תקלל חרש דבר הכתוב באומללין שבאדם. וכל מה שאמרנו בתנאי שיקלל בשם, וכן כשקלל עצמו לוקה. הנה כבר התבאר שמי שקלל חבירו בשם עובר בלאו אחד והוא לא תקלל חרש. ומי שקלל הדיין עובר בשני לאוין ולוקה שתים, ומי שקלל נשיא לוקה שלש. ולשון מכילתא כשהוא אומר ונשיא בעמך לא תאור אחד דיין ואחד נשיא במשמע ומה תלמוד לומר אלהים לא תקלל לחייב על זה בפני עצמו ועל זה בפני עצמו, מכאן אמדו יש מדבר דבר אחד וחייב עליו משום ארבעה דברים משום לא תקלל חרש ומשום האב ומשום דיין ומשום נשיא בעמך מכל מקום. הנה התבאר מה שזכרנוהו. והתבארו משפטי מצוה זו ברביעי משבועות. (קדושים, הלכות סנהדרין פכ"ו):
Él nos prohibió maldecir a cualquier persona israelita. Y esa es Su declaración, "No maldecirás a un sordo" (Levítico 19:14)...Y esto es bien conocido sobre el comportamiento de las personas temperamentales y coléricas: sus mentes se calman con este tipo de ofensas suaves, aunque el ofensor no sepa de su ira ni escuche su desprecio.
Tal vez, podríamos pensar que lo prohibido es solo maldecir a un israelita cuando él lo oye y así siente aflicción y dolor. Pero ya que un sordo no escucha ni sufre el dolor de la maldición, podríamos pensar que maldecirlo no sería pecado. De ahí que la Escritura nos informa que está prohibido, y se nos prohíbe hacerlo. Pues la Torá no se preocupa exclusivamente por el estado del maldecido, sino también por el del que maldice, ya que le prohíbe inclinar su alma hacia la venganza y le ordena no acostumbrarse a la ira.
Primero, se observa cómo las personas temperamentales o coléricas suelen sentir alivio cuando expresan su enojo, incluso si el destinatario de su ira (en este caso, la persona maldecida) no escucha ni es consciente de ese enojo. La satisfacción de estas personas proviene más del acto de expresar su frustración o rencor que de una comunicación efectiva o de una corrección en el otro. Esto podría hacer pensar que, si la persona no es consciente de la maldición (como el caso de un sordo que no puede escucharla), no hay daño o pecado real.
Sin embargo, la enseñanza aquí aclara que la prohibición de la Torá de maldecir a otro —incluso a alguien que no puede escuchar— tiene un propósito profundo. No es solo para proteger al maldecido del dolor o la humillación, sino para proteger a la persona que maldice de los efectos corrosivos de la ira y de la inclinación a la venganza. Al prohibir esta maldición, la Torá fomenta el autocontrol y desalienta la habituación en la ira, recordando que el acto de maldecir es dañino tanto para el que lo recibe como para el que lo emite.
El arma más poderosa de todas
Al fin de cuentas y como ya hemos analizado en otras oportunidades al explorar cómo nos comunicamos, el diálogo y la negociación son las herramientas más poderosas. Las armas no se disparan solas si no hay una persona que da la orden a través del lenguaje de "disparar". Por eso Kohelet nos recuerda sobre el final que la sabiduría está vinculada al lenguaje y el lenguaje es el agente principal que tenemos para consagrar la vida (o destruirla). Es el poder de ese lenguaje en lo que decimos a los demás y mucho más aún lo que nos decimos a nosotros mismos dentro de nuestro diálogo interno. De todas maneras, la sabiduría puede ser más valiosa pero el error es más poderoso:
(יח) טוֹבָ֥ה חׇכְמָ֖ה מִכְּלֵ֣י קְרָ֑ב וְחוֹטֶ֣א אֶחָ֔ד יְאַבֵּ֖ד טוֹבָ֥ה הַרְבֵּֽה׃
(18) La sabiduría es más valiosa que las armas de guerra, pero un solo error destruye mucho de valor.
¡Para el Talmud, la idea de Kohelet que "un solo error destruye mucho de valor" adquiere características cósmicas! Imaginemos un mundo en el que cada palabra fuera medida con estas dimensiones antes de ser articulada:
רַבִּי אֶלְעָזָר בְּרַבִּי שִׁמְעוֹן אוֹמֵר: לְפִי שֶׁהָעוֹלָם נִידּוֹן אַחַר רוּבּוֹ, וְהַיָּחִיד נִידּוֹן אַחַר רוּבּוֹ, עָשָׂה מִצְוָה אַחַת – אַשְׁרָיו, שֶׁהִכְרִיעַ אֶת עַצְמוֹ וְאֶת כָּל הָעוֹלָם לְכַף זְכוּת, עָבַר עֲבֵירָה אַחַת – אוֹי לוֹ, שֶׁהִכְרִיעַ אֶת עַצְמוֹ וְאֶת כָּל הָעוֹלָם לְכַף חוֹבָה, שֶׁנֶּאֱמַר: ״וְחוֹטֵא אֶחָד כּוּ׳״ – בִּשְׁבִיל חֵטְא יְחִידִי שֶׁעָשָׂה זֶה אָבַד מִמֶּנּוּ וּמִכׇּל הָעוֹלָם טוֹבָה הַרְבֵּה.
Rabí Elazar, hijo de Rabí Shimon, dice: Dado que el mundo es juzgado por su mayoría, es decir, dependiendo de si las personas han realizado una mayoría de mitzvot o una mayoría de pecados, y un individuo es igualmente juzgado por su mayoría, cada persona debe considerar que si realiza una mitzvá, es digno de alabanza, ya que inclina la balanza de sí mismo y del mundo entero hacia el mérito. Por el contrario, si transgrede una prohibición, ¡ay de él!, pues inclina la balanza de sí mismo y del mundo entero hacia la culpa, como está dicho: "Pero un solo error destruye mucho de valor. (Kohelet 9:18)"
Es sorprendente volver a recordar algo obvio que a veces olvidamos: cada acción que hacemos y cada palabra que decimos genera una reacción en nosotros, en los demás e incluso nos afecta cuando ni siquiera las escuchamos nosotros mismos ni estuvimos presentes en la acción cometida. ¡Pero su replica reverbera más allá de nuestra presencia!
Erica concluye: "Relativamente hablando, solo Dios conoce los pesos y medidas de una persona, si un mal acto o palabra dañará o elevará, si tenemos o no el equilibrio espiritual para soportar infracciones menores. Kohelet nos hace saber que nuestro discurso está completamente bajo nuestro control."
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